Louis Ramond de Carbonnières
(Estrasburgo 1755 – París 1827)
PRESENTACIÓN
Louis Ramond de Carbonnières es considerado como “el padre del pirineísmo” por la conquista de Monte Perdido en 1802, después de varios intentos. Su pasión por la montaña se une a su afán de conocimiento, es un auténtico ilustrado que sabe combinar el rigor científico con la vocación literaria. Su obra escrita es fruto de la suma de sus expediciones con fines científicos y su gusto por la literatura romántica.
CITA
“A las once y cuarto coroné la cumbre del Monte Perdido, y tuve el gozo de ver por fin todos los Pirineos a mis pies. Luchábamos nosotros mismos con esfuerzo contra aquel viento impetuoso al que un águila vencía con facilidad, y que nos hacía experimentar un frío considerable. Quizá no haga falta buscar por otro lado el secreto del entusiasmo que aflora en los relatos de cuantos se han visto elevados por encima de las altitudes ordinarias. Si es que no conviene conceder también algo al imperio de los parajes, de la majestad del espectáculo, a la emoción que provocan visiones tan imponentes y tan nuevas cuando, en soledad, sobre estas cimas que son los auténticos extremos de la Tierra, el observador, incitado al recogimiento por la grandeza del paisaje y el silencio de la Naturaleza, contempla sobre su testa la inmensidad del espacio, y a sus pies la hondura de los tiempos.”
CURIOSIDAD LITERARIA
Ramond sigue muy presente en el Pirineo a través de la toponimia y la botánica: la flor conocida popularmente como “oreja de oso”, la ramonda de los Pirineos, lleva el nombre latino del ilustre pirineísta: Ramonda myconi.
El nombre de Soum Ramond se lo puso otro pirineísta emblemático, Scharder, al pico Añisclo. Junto con el Cilindro de Marboré y el Monte Perdido forman el conjunto montañoso denominado desde antiguo en la comarca del Sobrarbe como “Tres Sorores”.
BIBLIOGRAFÍA
- Viajes al Monte Perdido y a la parte adyacente de los Altos Pirineos, de Louis Ramond de Carbonnières, Ed. Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Madrid, 2002.