Cartografía lectora

Con brújula o a la deriva, siguiendo esa nube que choca con la cumbre y devuelve la luz del relámpago; desde el refugio seguro que protege de la tormenta o al hilo de los versos de un poema que flotan entre el humo de las chimeneas. Vosotros creáis la experiencia de un itinerario literario único y diferente, vuestra propia cartografía lectora.

Orientaros –o perderos– por los lugares admirados, habitados, recordados
por escritores de ayer y hoy.